#8M: Cinco mujeres que construyen universidad

Mariné Campos. Profesional y comprometida.

Primera Técnica en Comunicación de la Ciencias del país. Egresada de la UNLC. Mariné cuenta su recorrido y su rol como comunicadora: “Mi hijo estaba terminando la secundaria y decidí averiguar qué carreras había en la universidad, un poco como excusa para ver que carreras me interesaban a mí. No sabía que era Comunicación de la Ciencia así que me inscribí sin saber bien qué era la carrera”. Y reflexiona: “A mucha gente le pasa, no saber bien qué es, cuando curse el primer cuatrimestre entendí que era la carrera y me apasionó”.

“La comunicación de la Ciencia para mi es un vínculo, es algo que une. Lo pude comprobar a lo largo de la carrera, la universidad siempre ejerció de vínculo” Dice al hablar sobre su rol profesional y continua: “También creo que es llevar y traer información, no solo brindar información al público, sino que siempre estás aprendiendo algo nuevo”.

“Por eso me gusta mucho trabajar con artículos científicos para divulgarlos en medios populares como diarios o revistas, convertir un artículo científico con información dura en un gran reportaje que a la gente le apasione, le atraiga, le interese. También me gustaría trabajar con científicos para ayudar a que puedan escribir mejor sus tesis, papers o artículos científicos” cierra Mariné.

Al reflexionar sobre el 8M da una visión personal: “A nivel profesional la mujer y el hombre somos iguales. Me conmueve ver la fuerza que cobra en ese día en el mundo la idea de la mujer profesional, la mujer científica, la mujer trabajadora. Por más que yo nos vea como iguales, no todos nos ven así” Y sentencia: “Creo que todos los días las mujeres y los hombres deberían ser tratados como iguales, en muchos lugares es así pero debería serlo en todos lados. En la Universidad de Los Comechingones es así”.

Micaela Alfaro. Trayectoria e historia.

Primera mujer egresada de la UNLC, actualmente docente de la casa de estudios y primera persona egresada de dos tecnicaturas universitarias de esta casa de estudios, Micaela Alfaro recuerda su recorrido y hasta donde ha llegado: “Allá por 2017 empecé a estudiar la Tecnicatura en Planificación y Ordenamiento Territorial porque la UNLC era una universidad nueva que me quedaba cerca. En el transcurso de la cursada escuché una charla de uno de los profesores de la Tecnicatura en Incendios Forestales y eso me motivó a inscribirme en esa carrera”.

Micaela pasó por cada sede de la UNLC, dice entre risas: “Me acuerdo que en la casa del poeta no nos dejaban tomar mate. Después pasamos al edificio que está al lado del EMEI donde había tres aulas nada más. Y después al edificio nuevo, ya no como estudiante sino como docente”.

“Estoy muy orgullosa de ser la primera mujer en ser egresada de dos carreras universitarias acá en la UNLC. Lo pude lograr con mi hija, mi familia y toda la gente que me apoyó. Después de haberme recibido tuve el honor de comenzar a trabajar. Hoy pertenezco al cuerpo docente de la UNLC y no me siento un número más, sé que pertenezco a la historia de esta universidad tan linda” dice con mucho orgullo.

Y reflexionando sobre el 8M, Micaela piensa en su hija: “Creo que es un día para hacer memoria, para agradecerles a todas las mujeres que lucharon para que nosotras podamos tener un puesto laboral digno” dice y continúa: “La universidad siempre me abrió las puertas para seguir creciendo, siendo madre soltera me permitieron siempre ir con mi hija, que en ese momento tenía cuatro años. Toda la comunidad universitaria estuvo siempre atenta a las necesidades que quizás me fueron surgiendo”.

Y cierra: “He podido tener un trabajo digno y con esto darle el ejemplo a mi hija. Mostrarle que podemos, aún estando solas o teniendo a alguien a cargo. Creo que mi hija es una niña empoderada porque sabe que podemos llegar más allá y obtener lo que queremos”.

Diana Tarcetano. Vocación y Activismo.

Diana Tarcetano, profesora y Coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Ambientales habla sobre su historia personal: “Soy Licenciada en Ciencias Ambientales de la UBA, mi relación con el medioambiente es de vocación. Siempre mi orientación estuvo con la conservación, no tanto con la parte dura. Lo que llamamos ‘la parte marrón’ que tiene que ver con la industria o los residuos por ejemplo”.

“Vine a San Luis en 2010, trabajé en el Ministerio de Medioambiente de la provincia, después en la Secretaría de Medioambiente de Merlo y luego en la fundación Espacios Verdes en lo que hoy es la Reserva Natural Mogote Bayo” continua Diana, comprometida desde pequeña con el activismo ambiental: “Ahí tuve la coordinación de la reserva y la coordinación del programa educativo ‘Aprendiendo en Verde’, recibíamos a escuelas de la provincia y de otras provincias para trabajar en educación ambiental”.

Luego habla sobre su maternidad, que la alejó del trabajo durante un año: “En 2017 tuve a mi primera hija y ya no pude trabajar más, mi trabajo era hacer recorridas en lo que llamábamos el aula verde, un circuito dentro de la reserva, estaba complicada y por cuestiones personales decidí no hacerlo más. Estuve un año sin trabajar para dedicarme a mi hija”.

Luego cuenta cómo comenzó su relación con la UNLC: “Mi primer acercamiento con la universidad fue en 2017 cuando me llamaron para colaborar en la organización de la semana mundial del medio ambiente. Comencé como docente en 2019 y desde finales de 2022 estoy con la coordinación de la Licenciatura en Ciencias Ambientales”, y continua: “La comunidad universitaria es hermosa, siempre me sentí con la libertad de poder elegir qué hacer, hay mucho para hacer y mucho futuro, el mundo se va orientando hacia la sustentabilidad”.

Para cerrar reflexiona sobre el 8M desde su perspectiva social. No me considero activista feminista pero creo que es una forma de reivindicar los derechos de las mujeres que fueron vapuleados durante muchísimos años y reivindicar el rol que cumplimos en la sociedad, me parece que eso es importantisimo”.

Daniela Piombo. Corazón y gestión.

Tiene a cargo el Departamento de Planificación y Calidad dentro de la Secretaría Académica de la UNLC, la cual define como el corazón de la universidad. Daniela Piombo Cuenta sobre su historia: “Soy la primera universitaria en mi familia, soy Ingeniera Industrial de la Universidad Técnica Nacional (UTN) de Córdoba. Comencé a trabajar en la UNLC a fines de 2016 cuando la universidad estaba en la casa del poeta” y continua: “En ese momento comenzaban a llegar los primeros curriculums, las primeras consultas sobre las carreras, luego por un proyecto personal tuve que dejar de trabajar y retome en 2022 ya en secretaría académica”.

El trabajo diario era distinto en aquella época: “Todavía no estaban divididas las áreas de la universidad, entonces trabajaba recepcionando documentación, pero también ayudaba en la gestión de las instalaciones o gestionaba reuniones con directores de escuelas, hacía un poco de todo”.

“Hoy la universidad es mucho más grande. Ahora trabajo en la Secretaría Académica. Es un trabajo que quizás no se ve, pero todo pasa por ahí”. Daniela habla sobre su rol actual: “Estamos un poco en el corazón de la universidad, pasan por allí las inscripciones, la organización general de los cursos, talleres y capacitaciones, la revisión de los proyectos de cátedra, o la búsqueda de material bibliográfico para la biblioteca. Es super interesante, todos los días hay un nuevo desafío. Además estoy en un equipo que me enorgullece, lleno de excelentes profesionales”.

Reflexionando sobre el 8M piensa en su rol como Nodocente: “Estoy orgullosa de formar parte de una universidad que impulsa la perspectiva de género como pilar fundamental para la igualdad de oportunidades, teniendo en cuenta que nuestra autoridad máxima y varias de las autoridades de secretarías y departamentos son mujeres, eso habla de una igualdad de oportunidades”.

Pero también hace un llamado de atención personal: “Hay patrones que sostienen una desigualdad que no siempre está visibilizada, no siempre es evidente. Eso es una lucha constante en nuestro dia a dia, con nuestra familia, nuestra oficina, nuestras amigas”, cierra.

Mailin Massa. Estudiante y militante.

Actual presidente del Centro de Estudiantes de la UNLC y madre de Amaru, de cuatro meses. Mailin comenzó a trabajar para la conformación del centro en 2022. “Yo no sería presidente si no supiera que tengo un respaldo enorme de mujeres que me bancan. Tampoco sería una madre amorosa, confiada en poder recibirme de Técnica en Artes Visuales este año si no tuviera ese grupo de mujeres. Todas estamos de pie gracias al aquelarre que hemos formado”.

“En estas vacaciones no estuve como presidente sino como integrante del Centro de Estudiantes. Todos los demás chicos se estuvieron movilizando. No todo depende de mí o soy solo la cara visible, todos aportamos, nos movemos en grupo. El centro sin mi, que me tomé licencia por maternidad, siguió funcionando” dice mientras amamanta a su hijo.

“Empezamos a armar el centro y notar su importancia como estudiantes que tenemos la posibilidad de estudiar en una universidad pública. Llevábamos esa bandera, defender la educación pública y que el estudio llegase a cualquier persona, que todo pibe tenga la posibilidad de estudiar de manera gratuita en su ciudad.” Luego mira a su bebe y cierra: “De repente quedé embarazada y pensé que también es para mi hijo, y yo quiero que tenga esas posibilidades”.

“La educación pública es para los pibes y no importa la cantidad, se estuvo hablando mucho de números en las universidades, pero ya sea un solo chico que tenga la posibilidad de estudiar, esa universidad se tiene que bancar, porque le estas cambiando la vida a esa persona y ya estas ganando”.

Mailin habla sobre el 8M desde su visión política: “Me da mucha angustia el sentir que no estamos en una marcha más, solamente acompañando a otras mujeres. Tenemos que volver a defender todos los derechos que adquirimos. No siento que esta vaya a ser una marcha más. Tenemos que ser más conscientes que nunca que los derechos que adquirimos los podemos volver a perder”.